Imperfecciones

Antes de que el cachorro llegue a casa imaginas como será, mejor dicho lo bueno que será, su belleza no tendrá parangón y será astuto a la vez que inteligente y delicado cual dulce flor de primavera... entonces... ¡¿porque mi perro no es así?!

Desde el principio ya apuntaba maneras...

• Como ya he comentado en otras ocasiones, en la vida he visto a un perro tan zampón. Desde que nació tenía fascinación por llenar la panza y desde luego era el más gordito de todos los cachorros. He de admitir que si que es astuto porque no le costó demasiado aprender a pisar el pedal de la basura para encontrar pequeños tesoros abandonados aunque pierde puntos cuando por una triste galleta se pone a bailar. 

• Por su culpa me tuve que pasar el verano pasado asfixiada por no poder abrir el balcón ya que se iba directo a la caja del gato a comerse las cacas como si de bombones se trataran. 
  

• Yo quería un perrito dulce y cariñoso que quisiera estar todo el día dándome besitos. Pero me encontré a una bestia parda que solo quería morderme y que se tiraba en plancha contra las paredes y puertas para atrapar la pelota. 

• Me dejaba completamente alucinada lo salidillo que llegaba a ser con tan solo 3 meses. Agarrándose a la pierna de su pobre padre humano a la menor oportunidad... era completamente imposible dejar una pierna o un brazo asomando del sofá porque venía como una flecha a violarnos las extremidades.

• Lo que si que es de tarjeta roja y expulsión es que hasta los 10 meses no haya aprendido que en casa no se hacen las necesidades perrunas.

Afortunadamente, con el tiempo y mucho trabajo se ha reformado... más o menos.  

En el reino de los sueños todo era maravilloso pero la realidad era un reino de imperfecciones donde el Neco era el máximo soberano. Siempre me gustaron los retos...