viernes, 24 de abril de 2009

Voy caminando por la vida, sin pausa, pero...

Todos los dueños recordamos las esperas que hemos pasado: esperar fotos, esperar a ver el cachorro, esperar a cogerlo por primera vez, esperar para poder llevárnoslo a casa pero aquí no acaban las esperas porque falta la espera del... paseo.

En la mayoría de hogares el cachorro viene a casa a los 2 meses y por tanto con la primera vacuna. Todos sabemos que hasta que no están totalmente vacunados los cachorros son vulnerables ya que no tienen su sistema inmunológico desarrollado pero a pesar de ello nos da pena no poder presumir de bolita de pelo por la calle. Aunque, claro está, lo primero es su salud.

Pero todo llega en esta vida... para nuestro primer paseo, el Neco y yo decidimos que le quedaría bien una bandanita de color lila a modo de adorno (juro que cuando ve una bandana viene corriendo... es coqueto).

Se que ese fue uno de sus momentos más felices, ahora no solo veía la calle sino que podía recorrerla el solo, por fin podía olisquear, por fin podía conocer a otros perros...

A partir de ese momento el paseo fue:
Voy caminando por la vida, sin pausa, pero... 
- Neco seu.
- Jopetaaaas... el primer día y mami ya está con el adiestramiento. 
- Molt bé Neco.
- Uhmmm... galletitas, que ricas. Por donde iba... ah! Si. Voy caminando por la vida...
- Neco seu.
... 

Afortunadamente, no hay galletita que al Cocker no guste y el paseo al cabo de un tiempo pasó a ser eso simplemente... un fantástico paseo.



Sin ladridos

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