domingo, 29 de marzo de 2009

Conociendo al Gato Volador

Si hay 2 momentos totalmente gratificantes en la vida de todo dueño que se graban a fuego en la memoria éstos son sin dudarlo la primera vez que ves a tu cachorro y el día que te lo puedes llevar a casa. En mi caso ambos momentos se dieron el mismo día, aunque he de admitir que si no hubiera tenido la pierna rota habría ido a verlo muchísimo antes... siempre me quedará esa espinita.


Recuerdo que la noche anterior no pude pegar ojo de todo el nerviosismo que llevaba encima pero también recuerdo que nunca en mi vida he estado tan despierta como aquel día.


Al llegar la mañana preparamos las cosas que necesitaríamos para traer el Neco a casa y unos presentes para los papás... creo que les hice aquel pequeño regalo porque me sentía mal por llevarme a su hijo, algo del estilo: te robo a tu hijo pero te dejo estas chuches para que no me odies. Humanos, quien nos entienda que nos compre.


Tuvimos la gran suerte de que una amiga nos hiciera de chofer hasta Figueres. El viaje estuvo genial aunque mentiría sino dijera que nos perdimos pero no fue culpa de ella sino nuestra ya que el Javi y yo somos gafes por separado pero juntos somos una mezcla explosiva... aun así acabamos encontrando el camino y la casa donde estaban los orejotas.


Las criadoras nos dijeron que intentáramos no hacer ruido para que pudiéramos ver a los cachorros jugando en el patio pero los muy pillastres debieron notar nuestra presencia porque enseguida se fueron hacia la puerta para conocernos. Desde ese momento todo fue un absoluto caos, habían 6 cachorros nerviosos girando alrededor nuestro y 2 Cockers adultos y una Yorky con no menos ganas de marcha. Se que el Neco estaba allí pero no soy capaz de visualizarlo, quizás porque habían 3 cachorros ultra-sociables con muchas ganas de conocer gente y recibir mimos.


El primer recuerdo claro que tengo de él, es verlo sentadito en una esquina de la habitación intentando morder la pared... siempre hemos bromeado diciendo lo que le debía pasar por la cabeza: "¿Quien es esa gente?¿Y por que me miran tanto?"


La primera vez que lo tuve en mis brazos es sin duda uno de los momentos más especiales de toda mi vida, nunca olvidaré el tacto de su pelaje y sobretodo el olor a cachorro... desde ese instante nunca he dejado de cogerle en brazos y eso que ahora está hecho todo un becerro.


Cuando llegamos a casa nos teníamos que enfrentar a un pequeño problema de 4 quilos, el rey de nuestra casa hasta ese día debería abandonar el trono y cedérselo al nuevo visitante venido de otro mundo dispuesto a conquistar su pequeño trozo de planeta... era el momento de presentar el Neco al Lucky, el gran Gato Volador.


Decidimos que se conocieran a su ritmo, el problema es que cada uno llevaba uno distinto. El Neco tenía ganas de conocer a su futuro hermano y el Lucky tenía ganas de tirarse por el balcón y acabar con su sufrimiento... por fortuna el Lucky se había criado con la Laika y acabaría aceptando la nueva situación aunque nunca cedió su trono por mucho que el Neco se crea el rey de la casa.


2 comentarios:

  1. Bueno hemos hechado todos un vistazo a vuestras aventuras, y nos encantan la presentacion del crecimiento es preciosa ....... pero la piña filosofal jajajajajaja bueno brush todavia esta moviendo su colita nos encanta esperamos leer mas cositas besos y lametones.

    ResponderEliminar
  2. Que preciosidad de narración,nos encanta nos tienes ambobadas. Lo explicas con tanta pasión que a mi me haces revivir cosas pasadas.Felicidades y sigue!!
    Ternurita

    ResponderEliminar