Si encontrara un lámpara mágica y pudiera formular un deseo no tengo la menor duda de cual sería... ni riquezas, ni belleza, ni la eternidad... desearía ser mi perro. Como una imagen vale más que mil palabras aquí teneis un pequeño extracto de la vida del Neco.
Se echa la siesta...
... se estira...
... y continúa echándose la siesta
Se despierta, se sube al sofá y bosteza.
Se baja del sofá y mira que su churra continúe en el mismo lugar, no sea que un día la pierda por el camino.
Me viene a abrazar y bosteza en mi cara.
Coge la pelota, se sube al sofá y a disfrutar.
Se le cae la pelota, la cojo antes que él y se pone alerta para intentar recuperarla.
Recupera la pelota y la esconde a lo hámster.
Se aburre de la pelota e intenta jugar con el Lucky.
El gato pasa de él así que se va hacia el ventilador a refrescarse un rato.
El aire del ventilador le hace cosquillas en las orejas. Se sacude.
Bosteza delante del ventilador. Vuelve a tener sueño...
... el cansancio se apodera de él y se queda dormido en la caja del gato (menos mal que acababa de cambiar la arena)
Definitivamente, quiero ser mi perro.